viernes, 27 de enero de 2012

Lucharé hasta la última gota de sangre..

Todo tiene un sentido, una razón y un porqué, desde que llegaste supe que tú eras el mío. Quizá fue aquello que llaman destino, quizá las copas que llevaba de más, pero cuándo aquella luz furtiva iluminó tu cara lo supe.

No hizo falta más, mi corazón cayó preso del tuyo en poco tiempo, incapaz de alejarse de ti, como sí fueras el oxígeno que le alimentaba, la luz de la que se nutría, la esperanza de creerse vivo tras tantos años divagando sin rumbo.

Eras la fe en el amor; la gloria de quien sé sabe eterno, inmortal y con suerte; el esplendor del sol tras la tormenta; el caos de la locura y la sonrisa de un recién nacido.

Ahora añoro aquellos tiempos en que una caricia furtiva era suficiente, donde nos bastaba sólo con besarnos. Tú corazón se rompió en mil pedazos y yo pienso reconstruirlo.

Quizá sea tarde y la lucha se antoje ardua y sangrienta, más no cesaré en mi empeño por tenerte, recuperarte y devolverte todo aquello que fue nuestro.

Lucharé hasta quedar sin aliento, hasta la victoria o la total destrucción, sabiendo que nada fue en vano, que cada lágrima o gota de sudor derramada fue el pequeño precio a pagar por tener la mayor de las recompensas jamás imaginadas: a ti.

La gloria está reservada para aquellos que luchan haciendo del campo de batalla una ofrenda como muestra del valor de lo que desea conseguir...

miércoles, 25 de enero de 2012

No sé dejarte ir...

No soy capaz de verte marchar, de ver como tu silueta sé aleja de mi para no volver. Soy egoísta, estúpida y cobarde y no puedo dejarte ir, mi corazón se aferra a cada latido del tuyo, mi alma se busca en tu mirada, mi piel se alimenta de tu tacto. No puedo dejarte ir, no puedo porque sin ti no soy yo, ¿es que no lo ves?

No puedo dejar que te vayas ni puedo retenerte contra tu voluntad. No quiero ser culpable de tu infelicidad ni de tu dolor, quise ser la causante de tus risas y sueños mas solo represento dolor y desgarro. He sido lo peor que pude imaginar y era ser quien te haría daño, quién te haría el corazón jirones, quien destrozaría tus sueños y haría realidad tus miedos. Siempre prometí salvarte, protegerte, cuidarte, y he sido yo quien te ha herido...

Nunca dejaré de amarte, ni por un instante mi corazón dejará de gritar tu nombre, de abrazar tu recuerdo, la sombra de lo que fuimos siempre dibujará en mi una sonrisa aunque sea triste, por saber roto lo mejor que tendré jamás...

Sólo te pido perdón por cada lágrima que derramaste, por cada herida de tu corazón, por cada grieta de tu piel...pero sobre todo te pido perdón por no dejarte ir...

martes, 9 de noviembre de 2010

Gracias

Durante años fui una insomne empedernida, era incapaz de conciliar el sueño.
Cada día, cada instante, era como una losa, todo me pesaba, y no tenía ni fuerzas ni ganas de enfrentarme al mundo, simplemente iba viendo como me hacía cada vez más pequeñita, más insignificante..
Mi frase estrella es que anhelaba ser mediocre, no destacar, pasar por la vida inadvertida, ser una figurante más..

Tú y sólo tú me devolviste la fe, me hiciste creer en la vida, pero sobre todo me hiciste creer en mí. Ahora aspiro a grandes cosas, a pisar fuerte, a hacerme oír, no quiero pasar inadvertida quiero más, quiero el éxito, quiero ser alguien!

He vuelto a dormir por las noche, ya no tengo pesadillas, descanso como nunca lo había hecho y es porque me siento segura.

Gracias por brindarme tu amistad, gracias por no irte a pesar de que te he fallado millones de veces....

En definitiva..

GRACIAS

viernes, 6 de agosto de 2010

Ella

Su alma estaba forjada a base de cicatrices, era autodestructiva y adicta a su autodestrucción. Era incapaz de detener los daños, de pararse a pensar antes de saltar, preferia el dolor que suponía haber vivido, haber luchado y haber estado rozando con la yema de los dedos la felicidad.
Anhelaba ser feliz pero a la vez no se lo permitía, si algo le iba bien lo destruía inconscientemente y si sufría alimentaba ese dolor hasta el punto de romper a llorar por seguir viva, pero siendo incapaz de soltarse de aquel dolor.
Le encantaban las cosas complicadas, las historias sin principio ni final, necesitaba vivir al filo de la locura, rozándo los límites de la razón, sin llegar a saber si en algún punto del camino había alcanzado un lugar de no retorno y se había abandonado a la locura para siempre.
Decía no creer en el amor, pero en el fondo era una romántica de las de antes, creía en el amor apasionado, que rompe con todo, que supera tempestades y vive rodeado de tormentas. 

Ocultaba en su risa sus amargas frustraciones, disfrazaba con sonrisas su dolor, era una maestra del engaño, pero era más fácil así, era más fácil fingir que nada le dolía, que nada le importaba, que era feliz...

Y tal vez lo era, era feliz en algún lugar de su mente en el que la cordura la había abandonado para siempre...